martes, 31 de agosto de 2010

La carta.

Para cuando la manecilla corta del reloj había completado dos vueltas, la mirada de Mateo seguía perdida en un punto no demasiado lejano de su propio cuerpo. Concretamente, a un metro ochenta de distancia, que era lo que mediaba entre el extemo de su mesa y la pared de enfrente, y la misma que entre sus pies y su cabeza sin sombrero. Cuando abría...


... continuará.

1 comentario:

  1. Hace casi veinte años te conocí.Buenísimo encuentro laboral/musical/cálido.Luego me perdí y me escondí.
    Resucité,gloriosa.Ahí he seguido...
    Ahora ,el putovirus nos frena la vida.Ya pasará,digo yo...
    Hasta hoy no he visto,leído,me he recreado con tus blogs.Escribes muy bien.
    Coincidencias en músicas,libros,en fin,ya me lo imaginaba cuando te conocí.
    Y ésta foto siesta...estupenda...hedonismo,los placeres de la vida.
    Sin más ,te saludo.
    Ah ! Y sigo escuchando tu música.

    P.D. La verdad es que no sé si es adecuado escribir aquí,no sé mucho de blogs...

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